Vino de otro estado a probar suerte, sin saber que es la suerte quién lo está probando a él, cada día que pasa se siente lleno de júbilo por las nuevas experiencias pero también una amarga carga se cierne sobre sus ánimos al grado de recordarle que todo es efímero.
Todo escurre, es como el correr del agua entre sus dedos por las mañanas, en qué, las normas sociales le obligan a remojar su rostro y restregar en el un estropajo, esto, con el único fin de disminuir el rastro de las labores cotidianas que dejan en su piel un cúmulo de residuos que debe retirar su no quiere causar una impresión errónea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario