¿No que no?

" Y luego comenzó a desnudarse y a despeinarse con ayuda de una joven camarista; envolvióse después en un rico peinador blanco, que dejaba adivinar toda la riqueza y perfección de sus formas, dignas de una estatua griega. Descalzáronle sus pequeños y elegantes botines de raso blanco , metió sus lindos pies en unas pantuflas de sea roja, despidió a su criada, cubrió con una veladora más oscura su lámpara azul y, arrodillándose en el mullido tapete que había a los pies de su lecho aristocrático, y dejando caer su joyante cabellera negra sobre sus espaldas y cuello, se reclinó con dolor, apoyando la frente en sus dos manos, vertiendo lágrimas y diciendo en voz baja y entrecortada por los sollozos :

-Jorge, Jorge ¡Yo te amo!

Después de un momento se levanto erguida, sonrió con orgullo y... "

Sacado del libro "Clemencia" de Ignacio M. Altamirano. *El texto original versa a algún Enrique, pero Jorge se escucha mejor.

Comentario del señor que hizo la adaptación :

Cabe mencionar que el autor de esta adaptación (El plei), es emocionalmente inestable y Adicto al amor, esto lo descubrió poco tiempo después de iniciar sus estudios de Ingeniería de Minas y Metalurgia, cuando durante el tortuoso camino del aprehendizaje se encontró de la mano de aquel curioso personaje que a la vez marcaría pauta en su vida futura,

Este personaje Crisoforo Medina Roman hasta la fecha le ha dirigido por las técnicas amatorias a tal grado que se ha convertido en él guru del amor de toda una generación con sus "frases celebres de hombre celebre" como dicta el. Crisoforo, también conocido como "Ese mi último gran ruiseñor" apodo que le pusiera uno de sus más allegados pupilos Crecencio Martínez (o un pedo así), es hoy por hoy uno de los personajes más emblemáticos dentro del cuadro de los estudiantes de minas y metalurgia en la facultad de ingeniería sobrepasando los límites colindantes con la universidad, pues Choforo como lo conocen sus amigos, es reconocido en Estados como San Luis Potosí, Zacatecas entre otros, donde se encuentran pupilos que han recibido un poco de su sapiencia.