Hace cuanto que no escribes…

No es hace mucho que me eh puesto a pensar un poco en lo que ah sido mi vida, los altos y bajos periodos de suerte,  los de decadencia, todo lo pensé.

Es que eh visto una película que me ah hecho recordar mi niñez que, aunque no es muy lejana pues son tantas las cosas que de pronto parece que has olvidado, tal vez por un tanto de desidia o que se yo, los sueños que de niños tuvimos y que ahora no son materializados, por que cuando jugar con un pedazo de madera parecía entretenerme por horas, horas y horas desde que amanecía hasta el atardecer, pero, ¿porque ahora lo que parecía antes hacerme feliz ya no me llena?, recuerdo que mientras crecía habían muchos cambios, cambio la moneda, cambiamos de Cassettes a CD's,  de VHS a Dvd y vcd, que cambie el win 95 por 98 y así, que cambie de PeCe a Mac,  muchos cambios, cambie las llantas laterales de mi pequeña bicicleta por la velocidad que me ofrecía el no tenerlas,  cambie de escuela, de amistades e intereses, de programas en la televisión, recuerdo que todo cambio tan de pronto pero es que, ¿que paso con las pequeñas cosas que me hacían feliz?, porque cuando me hacía tan feliz correr o caminar, ¿no lo aproveche hasta el absoluto agotamiento?, hasta quedar arto de felicidad, que ya no me cupiera mas, si correr era lo que me hace feliz entonces, debí llegar corriendo hasta otro estado ó país, caminar hasta el horizonte y llegar al final de el continente por que no puedo caminar mas. Pude llegar de mas de 100 años, pero esos cien años los hubiera pasado inchado de felicidad. Lleno hasta los zapatos, no pudiendo aguantar mas, para llenar a todos con la dicha que inundaría mi corazón, salpicarles de alegría y empaparlos de buenos deseos.

Ahora lo que parece hacerme feliz, es en dos ruedas, es todo lo que me ayuda para no tener que pensar en lo que me hace falta, que estoy falto de cariño, que solo así me siento acompañado viajando lo mas lejos que puedo, pero es que no siempre se pueda, no hay respeto en esta ciudad, parece que siempre reina la ley de el mas fuerte, el mejor adaptado es el que vence, en este caso los automotores.

Solo rezo por que, las historias de velocidad llenen mi vida muy pronto, que dos ruedas me hagan llegar a los rincones mas ínfimos de las cuencas mas alejadas, y que estas me llevan viajando hasta el cielo…